miércoles, 30 de noviembre de 2011

¿Vas a hacer algo o qué?

Un buen partido de fútbol, voley, basquetbol, etc. (el deporte o juego que uno prefiera), nos tiene a todos al borde emoción (a veces nos atrapan tanto que perdemos la cordura, puteamos, gritamos, lloramos, reímos; si no me creen recuerden al Tano Pasman: “... ¡¡¡ANDATE A LA PUTA QUE TE RE MIL PARIO!!!..." ¡Je!).
Los juegos puede traten de gloria, esfuerzo, sacrificio, competencia, entre otros (en ocasiones se incluye en la lista al dolor). Están los grupales y también los individuales, los que jugamos totalmente solos. Tanto los que son sociales así como los que son en solitario, los utilizamos para pasar el tiempo, para hacer la vida más interesante, para distraernos de lo que realmente está ocurriendo. Están esas personas que juegan, a las  que les encanta jugar cualquier tipo de juego, y estamos esos a los que nos fascina jugar quizás demasiado.
Somos participes de algo que no es un deporte o competencia de espectáculo; en esto todo se puede en todo momento: ganar, perder, empatar, perder aún ganando o empatando, ganar aún perdiendo o empatando. La acción siempre va en progreso, tanto si nos gusta como si no. Y tengamos presente que se refieren a este juego como “Vida” y todos participamos en él todo los días, todo el día, y que estamos participando en él en este preciso momento.
Así que hagámoslo de este juego intenso, juguemos solos, juguemos en compañía, sintamos la pasión, riamos solos o con los demás, discutamos con los otros, cabreémonos a más no poder con el arbitro (aún sabiendo que no podemos hacer nada contra él y que son nuestras acciones las que definen todo), sigamos o cambiemos las normas, creemos nuestras propias reglas, hagamos un poco de trampa, tomémonos un entretiempo para atender a nuestras heridas o cansancio.
Juega duro, juega tranqui, juega sucio, juega honestamente, juega tomándote tu tiempo, juega rápido, juega libremente, juega como si lo que importa es el ahora porque el mañana acaba de dejar de existir. Así que juega... ¡¡¡JUEGA!!! ¿O me vas a decir que estás esperando que aparezca algún “game over”?

domingo, 27 de noviembre de 2011

Más que perfecto.

Llevo mucho tiempo buscándote, navego siguiendo las mismas estrellas que habitan tu cielo. Quizá me desvié del camino y me perdí en la distancia. Casi me había rendido, empero por fin estoy aquí y una voz en mi interior me dice que todo irá bien. 
Estos momentos se encuentran mucho más allá de lo bueno. Si me escabullo de vez en cuando bajo los efectos del tiempo, se detiene y todo se vuelve efímero. Los mundos desaparecen, todo y todos vuelven a nacer, no me iré de aquí y para mi este instante recordándote es más que perfecto. 
Todos los errores y esas dudas, tienen ahora explicación, ya que sólo los sueños por los que lucho me hacen ser como soy. Y cada sonrisa permanece conmigo para siempre, porque no se olvidan y estoy seguro que una voz dentro de ti te dirá que estoy bien así. Sólo ten en cuenta que ya no te espero, porque cuando lo decida en el sendero me sabré guiar.
Y es que en la lejanía es que encuentro este sentido silencioso, levemente escondido y es más que perfecto para mí.

martes, 22 de noviembre de 2011

Let's cross the line my friend!


En la vida nos suelen marcar con una raya roja donde algo pasa de estar accesible a dejar de estarlo para todos, excepto para unos pocos. Cruzar esa linea sin permiso, no está permitido. 
Generalmente las lineas están ahí por alguna razón, por seguridad o por claridad. Si decidimos pasar esa linea lo estamos haciendo prácticamente bajo nuestra propia responsabilidad, así que: ¿Por qué cuanto más grande sea la linea más grande es la tentación de cruzarla? 
No podemos evitarlo, vemos una linea y la queremos cruzar, quizá sea por la emoción de cambiar lo familiar por lo poco habitual, una especie de reto personal, el problema es que, una vez que hemos cruzado esa linea, la mayoría de las veces es casi imposible volver a atrás; sin embargo si, en efecto, conseguimos volver a cruzar la linea para atrás, encontramos seguridad en los números de pasos que hicimos para regresar y, lo hacemos una y otra vez. 
Los seres humanos necesitamos muchas cosas para sentirnos vivos: familia, amor, sexo, cruzar lineas y correr riesgos. En cambio, si somos lo suficientemente inteligentes podemos darnos cuenta que solo necesitamos una cosa para realmente estar vivos, necesitamos un corazón que lata y que pueda sentir. Y si decidimos correr riesgos, cuando el corazón se ve amenazado respondemos en una de dos maneras: corremos o atacamos, hay un termino científico para eso, “respuesta de lucha o huida”, en este caso es nuestro instinto el que actúa, no podemos controlarlo, ¿o sí?.