jueves, 30 de junio de 2011

Que lindo es soñar.

Definitivamente, soñar no cuesta nada y si costará yo tendría muchas deudas. Soñar es hermoso. Esa sensación de poder imaginarte con mucho éxito y en una casa con todos los lujos, disfrutando al máximo, poder imaginar estar con el amor de tu vida viviendo juntos, felices y sin envejecer, disfrutando los dos de una vida soñada. Pero al fin y al cabo es solo un sueño. Quien nunca quiso estar en ese espacio onírico virgen en donde podes crear todo lo que quieras, ese lugar donde la felicidad está al alcance de un sueño. 
Uno va pasando por la vida y lo primero que pierde es la capacidad de soñar, cuando éramos chicos queríamos ser todos bomberos, policías, astronautas, etc. Después vas creciendo, te vas transformando en un hombre frívolo, calculador, lleno de prejuicios, y vas perdiendo esos sueños, porque te das cuenta de que para ser policía te falta, te das cuenta de que nunca vas a ir al espacio o de que nunca vas a apagar un incendio, y entonces pierdes la capacidad de soñar, y cuando alguien pierde la capacidad de soñar se vuelve una persona, frívola, prejuiciosa e hipócrita y piensas que el mundo no va a cambiar, porque vos mismo no podes cambiar. Pero siempre hay que recuperar la capacidad de soñar. 
Si tan solo la visión del mundo fuera diferente, si fuera como en un sueño, creo que sería más fácil dejarse llevar, ¿o no?, podríamos construir un mundo a nuestro antojo a nuestro gusto, definitivamente creo que la respuesta es ¡Sí!, pero la verdad es que la vida no es color de rosas y con el pasar del tiempo, estar en este mundo ya no es cuestión de vivir, sino de sobrevivir. 
Pero volvamos a los sueños y alejémonos de esta realidad solo por unos momentos, un minuto, un ratito para poder imaginar lo que haríamos o de lo que disfrutaríamos. Yo creo que la mejor capacidad del ser humano es la de permitirse soñar, saber que por más dolor de cabeza que te de la vida, con solo cerrar los ojos podes imaginar todo un mundo nuevo, toda una vida nueva, aunque sea solo por unos instantes. 
Por eso, si alguna vez dejas de creer en el amor, ¡Soñaaaaaa! Porque en cuestión de instantes va a aparecer esa persona a la que no puedas dejar de amar. Si alguna vez dejas de creer en la amistad, ¡Soñaaaaaa!, y vas a conocer a ese amigo que te hace reír y llorar en los momentos más difíciles. Si alguna vez creíste que una pelea iba ser eterna, ¡Soñaaaaaa! Y sin darte cuenta vas a terminar a los abrazos. 
Empecemos a soñar con los ojos abiertos y cambiemos la forma de ver a la vida, empecemos a darle vida a nuestros sueños.

AUTOR: CARLOS RESA

miércoles, 29 de junio de 2011

Volcán Tor.

Tú no te conoces tan bien, tanto que te lastiman tus propias necesidades. Podría besarte y volver a hacerlo, sin embargo eso sería todo lo que necesito. 
No construyas nada a mi alrededor porque soy como un volcán, que cuando entra en erupción todo lo destruye.
Lo que soy para ti no es real. Lo que soy para ti en realidad es un producto de tus fantasías, no soy yo. Lo que soy para ti no es lo que encontrarás en mi. Así que si me das miles y miles de montañas te preguntaré por los mares.
Contrólate cuando estés frente a mí, como siempre lo haces. Podría besar tus labios, tus ojos. ¿Es eso todo lo que necesitas? No crees proyectos a mi alrededor ni me abraces fuerte porque soy como un volcán y todo lo consumiré, todo lo incendiaré, todo lo arrasaré y tan solo te lastimaré. 
Así que si me das miles y miles de mares te preguntaré por los ríos.
Lo que obtienes de mi es solo una pequeñísima parte de lo que está sucediendo en mi vida. Así sigo escribiendo nuevas páginas  del libro de la vida. Lo que realmente necesito es algo que me haga sangrar y volver a sentirme plenamente vivo, algo que despierte toda mi pasión. 
Así que si me das miles y miles de ríos yo te preguntare por las estrellas.
Lo que soy para ti nunca fue real. Lo que soy para ti es solo un producto de tu imaginación. Lo que soy para ti no es lo que encontrarás en mi.

martes, 28 de junio de 2011

Tiempo de...

A veces en ciertos momentos y lugares el tiempo pierde todo su significado, el reloj no tiene importancia; 20 segundos, 20 minutos, 20 horas, 20 días... Los mejores hacen que el tiempo vuele, mientras tanto, fuera de esos instantes y espacios el tiempo se da el gusto de patearnos el culo. Incluso aún al más fuerte de nosotros nos juega una mala pasada yendo despacio, suspendiéndose hasta hacernos congelar, dejándonos amedrentados en un momento incapaces de movernos a un zona u a otra.
El tiempo vuela, el tiempo no espera a ningún hombre. El tiempo cura todas las heridas y todo lo que queremos es más tiempo: tiempo de despertar y levantarse… tiempo de madurar… tiempo de dejar ir… tiempo de perdonar… tiempo de olvidar… tiempo de ser feliz… tiempo de amar… solo más tiempo…

lunes, 27 de junio de 2011

Alcanzando milagros.

Siendo devotos del altar de la ciencia nos cuesta creer que existen los milagros. Sin embargo existen, a veces ocurren cosas. No podemos explicarlos, no podemos controlarlos… en cambio ocurren. Los milagros existen, aparecen cada día, solo que no siempre que necesitamos que lo hagan.
Al final de un día como este, en el que muchas oraciones son respondidas y otras  tantas no. Tomamos nuestros milagros de donde podemos, cruzamos toda distancia, y a veces… en contra de todas las excepciones... en contra de toda lógica… los tocamos.

domingo, 26 de junio de 2011

Negar, negar y negar.

A veces la clave de la supervivencia está en negar. Negar el cansancio, negar que tenemos miedo, negar que nos sentimos solos, negar que deseamos el éxito y lo más importante negar que negamos. Vemos lo que queremos ver y creemos lo que creemos creer, y funciona nos mentimos a nosotros mismos tanto que con el tiempo nos creemos nuestras propias mentiras, negamos tantas cosas que ya no reconocemos la verdad.
A veces la realidad entra a escondidas y nos muerde el culo en el peor momento, y cuando el dique revienta solo nos queda nadar. El mundo de los engaños es una jaula, solo podemos engañarnos un tiempo determinado. Entonces, nos cansamos, tenemos miedo, nos sentimos solos, negarlo no cambia la realidad. Antes o después, tenemos que dejar las negociaciones de lado y enfrentarnos al mundo cara a cara con todas nuestras armas. Cuando el dique revienta nos espera un océano enorme… ¿pero cómo lograr no ahogarnos?

viernes, 24 de junio de 2011

Es la única que tienes.

¿Cómo sabes dónde estás yendo, cuando en realidad no sabes dónde has estado? Escondes la vergüenza que no muestras y no dejas entrar a nadie. Para ti una calle llena de personas puede ser un lugar bastante tranquilo, cuando caminas con tu soledad y piensas que eres la única persona que no lo hace.
Tus recuerdos te destrozan, tus heridas nunca sanan y el vacío en ti está creciendo; pero, te aseguro que ya falta poco para llenarlo. Estás con demasiado miedo de recordar el pasado y con demasiada fatiga como para continuar adelante. Sin embargo, aún así piensas que estás bien.
¿Qué será lo que te llevaría a decir con todas tus fuerzas y fervor “lo intentaré por última vez”? ¿Y qué pasaría si te dices a ti mismo que este es el último día de tu vida?
Si intentas las cosas que deseas hacer, no sentirás si tienes miedo de luchar. Pero supongo que nunca lo harás si te escondes detrás de tus muros de quizás y tal vez. Olvidas así que siempre hay algo más que conocerse mejor. Los errores cometidos no te definen, de momento, pero a veces te dicen quien no eres en realidad.
Enciende una luz y déjala a tu lado, donde hay un lugar al que muchas personas pertenecen. Has estado en ese frío lugar por mucho tiempo. Ya es hora de que sientas el amor que se encuentra en los corazones de todos los que te hacen e hicieron ser quien eres. Agradecerás por los que te rodean y por lo que tienen para dar. A tu ser llegará un sentimiento llamado amor y tus sueños comenzaran a cobrar vida.
Tienes que vivir la vida que estás dejando pasar, cada nuevo día, como si fuera la única que tendrás y te sentirás como un niño que nunca se cansa.

jueves, 23 de junio de 2011

Y aún así se quedaba.

sabía por qué estaba conmigo, solo cause problemas desde el día en que me conoció. Si yo hubiese estado en su lugar en ese entonces me hubiese alejado. Sin embargo en vez de eso me seguía perdonando. Parte de lo que decíamos era:
- Solo hago lo que siento que tengo que hacer, aún así si tengo que negarme a ver la verdad que está frente a mis ojos.
- A veces, despiertas a la realidad, te das cuenta de que te has perdido en el laberinto cuando ya estas inmerso en sus profundidades y es demasiado tarde...
Supongo que te enamoraste de la peor forma. Si no se hubiese quedado en ese entonces no se habría estancado tanto tiempo, no sé qué es lo que no dejaba que partiera mientras que yo no dejaba que respirase. Porque yo solo demostraba que si estaba en busca del Jardín del Paraíso era más que seguro que no lo encontraría en mí.
Tenía que haberse salvado de toda esa agonía antes de que fuera demasiado tarde, sin embargo se quedó. Con su corazoncito en sus manos, cubriéndose poco a poco por mi oscuridad. Sin perder esa paz que había en su interior de sus labios se oía:
- Sé que tienes un alma demasiado buena y llena de luz, aún cuando piensas que no tienes corazón. ¿Cómo una persona que puede llegar a hacer sus sueños realidad con tanta facilidad, puede estar tan ciego?
En vez de caminar junto a mí se hubiese alejado y encontrado alguien que le de seguridad. Sin embargo ahí estaba, encontraba colores en mis espacios más oscuros y belleza en mis momentos de tristeza más grandes. No dejaba que entrarse en mi mundo y aún así se seguía enamorando de la peor forma posible.
Sabíamos que ya nada sería lo mismo, con su corazón lleno de amor y el mío lleno de dolor. Y no podía explicar cómo habíamos llegado a eso. Y aún así se permaneció, hasta que curó a este ciego de su ceguera. Y a pesar de que su luz lastimaba mis ojos en un principio, yo también aprendí a amar de la peor manera.
Entonces todo cambió, nos mirábamos a los ojos dándole la espalda al mundo. Contándonos cosas que habíamos pensado pero que nunca las habíamos dicho. Hubo un tiempo en que nos pasábamos toda la noche conversando de todo un poco hasta el amanecer. Tomando un camino que nos daba felicidad pero que corría tan cerca del dolor.
¿Estás leyendo esto? Porque quiero que sepas que estás en la brisa de mis recuerdos más bellos. Recuerdo una noche de julio donde la lluvia mojaba el suelo en la cual te dije que sería tuyo de por vida.
No teníamos mucho que perder, pero si todo para ganar. Pensábamos que nunca nos separaríamos. Y si el cielo estaba cubierto y las nubes no se despejaban no dudábamos un segundo en volar más allá de ellas. Las puertas del cielo estaban tan cerca en ese entonces. Cada latido de mi corazón tatuaba en mi pecho tu nombre, tu voz y tu sonrisa.
En esos momentos ¿quién de los dos hubiese pensado que terminaríamos así? Donde todo de lo que habíamos hablado se ha ido y la única opción que tuvimos fue continuar cada uno con su vida. Intentar seguir adelante, antes de que todo volviera a ser como solía ser.
A pesar de todo lo que atravesamos juntos, el tiempo demostró que nuestros caminos en cierto punto se separaban. En esta noche fría de junio me gustaría que caminaras junto a mí y habláramos como solíamos hacer. Me gustaría intentar volver a antes de que pasara lo peor… Antes de que nuestros corazones decidieran de que es tiempo de amar otra vez… Antes de que fuese demasiado tarde… Antes de que todo este tiempo pasará… En este momento quisiera tratar de regresar a un tiempo antes de que todo fuera mal.

"LAS COSAS QUE PENSÉ QUE NUNCA SABRÍAS DE MÍ SIEMPRE FUERON LAS QUE MEJOR ENTENDISTE..."

miércoles, 22 de junio de 2011

Renacer por las mañanas.



"Tú, que has apostado fuerte por la vida
que has puesto el corazón en cada instante
tendrás que aconsejarme.
Da, por cada desengaño una sonrisa
sigue poniendo el alma por delante
y nunca te acobardes

Tendré que renacer cada mañana
vestirme de colores con ilusiones nuevas.
Y aún así, si las cosas no están claras
levanta tus canciones y niegate a las penas

Apuesta por el amor, amor, amor, amor, amor,
porque la vida sin amor no es nada..."###

###Aclaración: Lo anterior es parte de la letra de una canción, no es de mi agrado como para escucharla sin embargo me gusta lo que dice. 

Despierto cada mañana buscando respuestas, estoy esperando por una señal en especial que me conduzca hacia alguien. Mientras los ángeles hablan con las personas que me rodean, yo tan solo observo y paso por su lado sin más.
En las noches camino por las calles buscando algo que despierte mi pasión, sin embargo desde hace un tiempo ya no quiero volver a intentarlo más porque tengo miedo de hacerlo. A veces, me miento a mi mismo diciéndome que el mundo me tiene acorralado en una esquina, no obstante, no hay nadie que detenga e impida que camine hacia la lucha.
Pienso que la luz algún día va a encontrarme, por el contrario, ¿cómo se supone que vaya a hacerlo si espero sentado y encerrado en mi mismo casi todo el tiempo?
Paso los la mayor parte de los días solo, todavía esperando a que me llegue algún tipo de verdad, pero pareciera ser que todo lo que escucho son solo mentiras o insinuaciones de situaciones que no me interesan. Por lo visto nadie de buen corazón va a venir a decirme qué es lo que tengo que hacer en esta circunstancia y tampoco nadie me va a ayudar a mantenerme firme en el camino.
A veces, es muy difícil no dejarme simplemente caer, hacerme mil pedazos o tirarme en picada desde un lugar bien alto directamente contra el piso. A pesar de eso, está ese fuego en mi interior, esa pequeña voz que dice que soy yo quien tiene las respuestas a las preguntas que formulo.
Me digo que debo mantener mis pensamientos firmes para no decaer. Entonces doy pequeños saltos, veo como mis pies flotan en el aire por un pequeño momento, luego cierro los ojos y siento como si volara. Me gustaría que alguien me dé un poquito de su tiempo, y por un imperceptible minuto, el más mínimo instante, me diera algo en que creer.
A ese sentimiento que llaman Amor le digo: ¡Ven hacia mí! Te estoy llamando con la mente, alma y corazón. Dame algo en lo cual creer. Estoy despertando, partiendo de este lugar y voy en camino a encontrarte… otra vez.

martes, 21 de junio de 2011

Vuélveme paranoico suavemente y de una sola vez.

La paranoia, de vez en cuando nos da ventajas en ciertas situaciones de la vida. Y otras tantas veces jugamos a tener la peor situación posible en nuestras cabezas. Estamos listos para terminar algo, pudimos solucionar un problema… Lo sabemos, pero hay una vocecita en la cabeza que nos pregunta ¿y si no fue así? ¿Y si el trabajo que hicimos tiene alguna falencia y pudimos haberlo evitado? Así que, revisamos nuestra labor una última vez antes de pasar a otra cosa. La paranoia a veces se convierte en una pequeña amiga de los detallistas o de la simples personas a las cuales les gusta hacer bien las cosas.
Todos somos susceptibles a ello, al pánico y la ansiedad de no saber lo que va a pasar. Al final no tiene sentido, porque todas las preocupaciones, y todo eso de hacer planes sobre cosas que podrían o no podrían pasar sólo hace que las cosas empeoren. Así que paseemos a nuestras mascotas o échemonos una siesta. Hagamos lo que hagamos, dejemos de preocuparnos, porque la única cura para la paranoia es estar ahí. Justo donde estás. 

lunes, 20 de junio de 2011

Es mejor intentar que preguntarse.

Hace dos siglos Benjamín Franklin reveló al mundo el secreto de su éxito, nunca dejes para mañana, dijo, lo que puedes hacer hoy. Él descubrió la electricidad, la gente debería prestar atención a las cosas que dijo, no sé por qué siempre posponemos todo pero si tuviera que adivinarlo diría que tiene mucho que ver con el miedo, el miedo al fracaso, el miedo al dolor, el miedo al rechazo. A veces es miedo a tomar una decisión, porque ¿y si te equivocas? ¿y si cometes un error sin solución? Sea lo que sea lo que nos da miedo, una cosa es cierta, cuando el dolor de no hacer algo es más insoportable que el miedo a hacerlo es como si cargáramos con un tumor gigante.
El pájaro más rápido atrapará al gusano, una decisión a tiempo salvará vidas. Quien duda está perdido, no podemos fingir que no los dijeron, todos hemos oído los proverbios, a los filósofos. A nuestros abuelos advirtiéndonos sobre el tiempo perdido, hemos oído a los poetas malditos instándonos a vivir el momento. Aunque a veces debemos aprender nuestras propias lecciones, debemos dejar las posibilidades de hoy bajo la alfombra del mañana hasta que no podamos más hasta que comprendamos lo que Benjamín Franklin quería decir, que es mejor saber que preguntarse, que despertar es mejor que dormir y que fracasar o cometer un error enorme es mucho mejor que no haberlo intentado.

domingo, 19 de junio de 2011

Todo lo que obtengo es silencio.

Camino al bar más cercano que tengo, en la esquina de Moreno y Mendoza. Voy sonriendo pero me estoy muriendo por dentro, con todas mis fuerzas trato de no arrastrar los pies. Pienso que unos cuantos tragos me ayudaran a olvidarte. Sin embargo después de unas cuantas copas de más estoy seguro de que nunca lo haré porque eres la mejor parte de mi ser.
Mientras que todos piensan que estoy loco para mi tiene perfecto sentido. Tan solo tú y yo podemos ver donde todo esto va a terminar. Tropiezo con la vereda y caigo en la calle, me levanto y voy hacia ti porque sé que si estuviéramos cara a cara te darías cuenta de que lo eres todo para mí.
Estoy fuera de mi, tan solo pensando en ti y todos tratan de calmarme porque con mis pensamientos y toda mi alma estoy gritando tu nombre por todos lados. Estoy seguro de que si llego a ti podría hacerte regresar.
Sé que estoy borracho, en cambio estoy diciendo las palabras indicadas, si las escuchas atentamente sin reparar en mi estado entraras en razón. Fantaseo que te llamo para confesarte que todavía te amo pero aun en mi imaginación todo lo que escucho es silencio.
Cada paso que doy en esta borrachera me conduce a tu puerta porque creo que si tal vez vieras cuanto estoy sufriendo sin ti lograría que me abraces bien fuerte.
A veces el amor intoxica más aún que el alcohol o cualquier otra droga. Me empiezan a temblar las manos y estoy al borde del colapso al darme cuenta de que nadie está esperando por mí, de que no hay nadie para mí.
Quisiera volver a escuchar tus palabras, tu voz, tu risa pero todo lo siempre obtengo es silencio.
¿Estaría mejor si me doy por vencido? ¿Estaría mejor si pierdo la memoria? ¿Estaría mejor si ya nada me importa? ¿Estaría mejor si nunca te hubiese conocido?
La respuesta a todas esas preguntas es no. Porque gracias a ti logre ser soy quien soy ahora y me gusta serlo. Aunque ya no estés conmigo siempre serás la mejor parte de mí ser.

sábado, 18 de junio de 2011

Tengo que cambiar la forma en que siento y seguir sin ti.

Cuando se empieza de nuevo y el infierno por fin termina, inicia el día llenándose todo de luz. Estoy mirando en el espejo que tengo frente a mí, y sin embargo, todavía no me acostumbro a esta piel sin tus caricias y besos. Es demasiado lo que hay que hacer y es muy difícil de cambiar la forma en que late este corazón en mí.
Todavía no sé en qué parte del cielo encontrar mi camino. Todavía hablo de ti como si fuera ayer. Entonces alguien me puede decir cómo rearmar todas las partes de mí que han caído.
Raramente pienso solamente mí, en vez del nosotros. Va a ser bastante difícil porque solo quiero oírte a ti decirme lo que tenías para decir. El fantasma de tu ausencia sigue asustando a personas que quieren alojarse en este corazón.
Todavía no sé cómo actuar, no sé lo que tengo que decir. Miro hacia el cielo como si fuera ayer y tú estuvieses aquí. Todavía hablo de ti como si tu ausencia y los años no hubiesen pasado... No dejo de pensar en el hecho de que tú vas a regresar, porque no tengo ningún otro asunto que resolver más que el hecho de saber dónde estás y que te encuentras bien.
En cambio, tú hace tiempo que te has ido y continúas con tu vida sin mí, porque hace mucho que no te siento aquí conmigo.
Sin embargo a pesar de todo creo que desde este momento en adelante voy a tener que cambiar la forma en que siento. Desde este momento en adelante es hora de volver a la realidad. Tengo que encontrar la forma de seguir con mi vida sin ti.

viernes, 17 de junio de 2011

Algún día.

Me puedo marchar, puedo comenzar absolutamente todo de nuevo. Puedo intentar encontrar la forma de hacer que otro día más tan solo pase. Me puedo esconder y aguantar todos esos sentimientos en el interior. Puedo intentar seguir cuando todo lo que quiero hacer es estallar.
Ahora solo pareciera que estoy a la espera de encontrar algún nuevo error. Si en este momento me despojo de todo esto, tal vez, pueda cambiar mi forma de pensar. Puedo correr, cuando todo esté hecho y haya terminado, puedo encender una pequeña luz a mi alrededor.
Porque a veces no me doy cuenta de todo lo buena que es y puede ser esta vida. Entonces tal vez debería comenzar nuevamente desde el principio.
Quizás algún día solucionare todo esto de una vez por todas (saldrás de mis sueños y te volveré a encontrar). Intento ponerle un fin a toda mi duda. Intento encontrar una forma de sentirme mucho mejor y hacer las cosas mucho mejores tanto que un día pueda vivir mi vida con muchísima más alegría. De alguna forma seré mucho mejor de lo que soy ahora, quizás,… algún día.
¡NO QUIERO ESPERAR!
¡SOLO QUIERO SABERLO!
¡QUIERO OÍRTE DECIRMELO!
¡SAL DE MIS SUEÑOS! ¡VAMOS HAZLO!
Y DÍMELO SUAVEMENTE...

jueves, 16 de junio de 2011

Sueños.

Mirando el cielo desde mi puerta puedo ver que alguien, con gotas del sol y estrellas en sus cabellos, está entrando en mi atmósfera. Toca tierra con sus pies, entra a mi casa y lo llena todo con el halo de la Luna. Me siento frente al espejo, por su reflejo puedo ver que actúa como el verano y camina como la lluvia. Está ahí recordándome que me gustan los colores verde y azul porque al nacer Mercurio junto a Neptuno iluminaron la noche regalándome parte de su luz.
Ha regresado desde hace un tiempo finalmente dice, pero se quedó observándome junto a una estrella y la Luna. Sus palabras suenan como la primavera y habla como junio el mes en que nací. Ahora dime, ¿navegaste a través de los océanos del Sol? ¿Atravesaste la Vía Láctea para ver a esta pequeña luz en extinción con forma humana y pequeños grandes sueños?
Ha caído a mi mundo como lo hacen las estrellas fugaces y aún así no veo que posea ni una sola cicatriz. ¡Dime! ¿Fue mi padre, El Viento, quien formo una escalinata que acarició tus pies mientras bajabas del cielo? ¿Tuviste la oportunidad de correr por sobre los anillos de Saturno y luego seguir recorriendo la galaxia? Lleva el rubor de Venus en su rostro, ¿acaso es ese planeta como todos lo cuentan? ¿Me extrañaste mientras yo te he estado buscando por tantos años, afuera perdido en la realidad?
Entra en mi mundo y tengo miedo de que piense que sigo siendo aquel que ya no quería tener más sentimientos y se dedicaba a matarlos uno por uno, o que haya leído la historia del aquel chico que una vez fui que estaba tan temeroso de volar y no desplegaba sus pies de la tierra quedándose inmóvil. Que fue por eso que no se acercaba a mí, y sin embargo, todavía no puedo creer que esté aquí para recordarme que hay tiempo para que pueda cambiar.
Regresa del descanso que se tomó su alma, marca su camino a través de las constelaciones, escuchando el piano que resuena en mis pensamientos, observándome saltar y volar cuando estoy en el gimnasio o trotando por la cuidad de Corrientes. Ardiendo al máximo de mi fuego interior cuando me siento en la costanera a mirar el río. ¡Dime! ¿Soy todo lo que al final del viaje querías encontrar? ¿Estás aquí para secar las pequeñas lágrimas que caen a veces por las noches en mi almohada o para hacer que no vuelvan a caer?
Estoy seguro que me escuchó aquella noche que me senté en las barandas de aquel puente y empecé a hablarle sin más. Diciéndole que hay mucha gente que me aprecia, pero aún así, me sentía muy sólo y mis últimas palabras fueron: ¡Adiós! Tengo que irme, luego, arranque la moto y fui a dormir. Quizás en ese entonces era demasiado joven para poder entender.
Quiero llevarte conmigo, a una vida sin más ayeres. Puedo emocionarme, comenzar de nuevo y cambiar la forma en que siempre siento y lo intento. Me transformaré en tus alas y nunca jamás te dejaré caer. Así que despliégame, úsame en medio del aire, conviértete en mi ángel con forma humana y llena todo este mundo con tu luz.
Y cuando la realidad invada este lugar, se vuelva pesada, intente hacer que bajes los brazos y sientas que te estás rindiendo permaneceré siempre a tu lado. Me trasformare en viento, me llevare conmigo todas las palabras y el dolor lo más lejos posible. O como mi madre La Lluvia, me trasformare en agua, calmaré tu sed y daré vida a todo lo que nos rodea. Esta vez tengo en cuenta la forma en que hago las cosas. Con sus sonrisas, aún sin decir una sola palabra, me recuerda que todavía hay tiempo para crecer.
Si alguna vez sientes que ya no puedes continuar entonces me transformaré en tu ángel con forma humana, te cubriré con mis alas y no te dejare mirar hacia abajo. Me estoy cansando de chocar contra el piso de tanto huir. Este sueño es demasiado bueno como para darme por vencido y tampoco sería lo mismo sin ti. Soy consciente de que es solo un sueño y todavía no sé si debo olvidar esto o simplemente regresar a la realidad. Tal vez no sea así, pero en este momento tú eres todo lo que tengo en que creer.
No te vayas a rendir por favor, porque sé que tu espera ha sido difícil, ha pasado bastante tiempo y en poco tiempo voy a despertar. Nadie pensó que sería lo suficientemente bueno para ti, excepto por ti, y no voy a dejar que ellos tengan la razón después de todo lo que he pasado. Porque en alguna parte de mis sueños siempre hay un lugar para mi, hay un lugar junto a ti. Por favor espera por mi cada noche después de que cierre los ojos, hasta que un día para mí ya no haya amaneceres y absolutamente todo sea un sueño.
Ya no te diré “adiós” como aquella vez sino: ¡Hasta luego! A partir de hoy te veré en mis sueños. La realidad se acerca y estoy a punto de despertar. Nuca nadie pensó que sería lo suficientemente bueno para ti… excepto por ti…

miércoles, 15 de junio de 2011

Las etapas del duelo y las pérdidas.

Según la doctora Elizabeth Kubler-Ross, cuando alguien cercano muere o hemos sufrido una pérdida catastrófica, todos nos movemos por cinco etapas diferentes de dolor. Pasamos por la negación, porque la pérdida es tan inconcebible, que no podemos imaginar que es verdad. Nos entra la ira con todo el mundo, nos enfadamos con los supervivientes, nos enfadamos con nosotros mismos. Luego negociamos; suplicamos, imploramos, ofrecemos todo lo que tenemos. Ofrecemos nuestras almas a cambio, por sólo un día más. Cuando la negociación fracasa y la ira es demasiado difícil de sustentar, caemos en la depresión, la desesperación, hasta que finalmente tenemos que aceptar que hemos hecho todo lo que hemos podido. Lo dejamos ir y pasamos a la aceptación.
En algunas facultades, hay ciertas clases que enseñan a superar una muerte, y sin embargo no hay ni una sola sobre cómo seguir viviendo. El diccionario define el luto como un profundo sufrimiento mental o angustia ante la aflicción o la pérdida, una aguda pena, un doloroso arrepentimiento. Nos enseñan a aprender y confiar en libros. En las definiciones, en lo definitivo. Pero en la vida, las definiciones estrictas rara vez se aplican. En ella, el luto aparece de muchas formas que guardan poco parecido con una aguda pena.
El luto puede ser algo que todos tenemos en común, pero parece diferente en cada persona.
No sólo sufrimos por la muerte. Es la vida, es la pérdida, es el cambio.
Y cuando nos preguntamos por qué tiene que joder tanto algunas veces, por qué tiene que doler tanto. Lo que hay que intentar recordar es que TODO PUEDE CAMBIAR EN UN SEGUNDO.
Así es como uno vive. Cuando duele tanto que no puedes respirar, así se sobrevive. Recordando que algún día, de alguna manera, aún siendo imposible... no te sentirás tan mal. No dolerá tanto.
El luto nos llega a todos en su momento, a su propia manera y lo mejor que podemos hacer, lo mejor que cualquiera puede hacer es intentar ser sincero.
Lo que es una verdadera mierda, es que no lo puedes controlar. Lo mejor que podemos hacer es intentar dejarnos sentirlo cuando llega... y dejarlo ir cuando podamos.
La peor parte es que cuando crees que ya lo habías pasado, empieza de nuevo y siempre, todas las veces, te deja sin aliento.
Hay cinco etapas del dolor. Son diferentes en cada persona, pero siempre son cinco.
Negación.
Ira.
Negociación.
Depresión.
Aceptación.
Lo que hay que saber es que nunca se pierde a alguien del todo, siempre llevamos con nosotros mismos partes de esas personas que ya no están. Ya sean recuerdos, actitudes, enseñanzas, entre muchas otras que al manifestarlos traen consigo, nuevamente a nuestras vidas, a aquellos que están sin estar.

martes, 14 de junio de 2011

Otra historia.

Vivimos en un mundo de constantes progresos. Y avanzando continuamente. Si te paras un segundo, te quedarás atrás. Pero por mucho que intentemos avanzar, por tentador que sea jamás mirar atrás, el pasado siempre regresa para mordernos el culo. Y como la historia muestra una y otra vez, aquellos que olvidan el pasado están condenados a repetirlo.
Algunas veces, el pasado es algo que no puedes dejar pasar. Y algunas veces, olvidar el pasado es algo por lo que haríamos cualquier cosa. Otras veces recordamos algo olvidado sobre el pasado, que cambia todo lo que sabemos sobre el presente.

Corrompiendo obligaciones.

Comenzamos la vida con pocas obligaciones. Hacemos el saludo a la bandera, juramos devolver los libros de la biblioteca, no faltar a clases, hacer nuestras tareas del hogar. Pero a medida que crecemos, tomamos votos, hacemos promesas, nos atamos en compromisos. No hacer daño, decir la verdad y nada más que la verdad, amarnos y respetarnos hasta que la muerte nos separe. Y seguimos aumentando la lista hasta deberle de todo a todo el mundo y de repente pensar: ¿¿¿QUÉ MIERDA ESTÁ PASANDO???
A veces todo el mundo, simplemente, quiere algo de ti. Hacemos una pequeña promesa, y de repente, nos ahogan las obligaciones. Con nuestros familiares, con nuestros compañeros, con nuestros amigos. Para entonces hacemos lo que cualquier persona en su sano juicio haría: huimos como posesos de nuestras promesas, esperando que se olviden. Sin embargo, tarde o temprano, siempre nos alcanzan. Y al final, la mayor parte de las veces, descubres que las obligaciones que más temes no se merecen que corras en lo más mínimo.

domingo, 12 de junio de 2011

"El camino de las lágrimas" de Jorge Bucay (Fragmento).

Entonces empecé a pensar que algunas de las cosas que habría conseguido y algunas de las personas sin las cuales creía no podía vivir, quizás un día no estuvieran. Las personas podían decidir irse, no necesariamente morirse, simplemente no estar en mi vida.
Las cosas podían cambiar y las situaciones podían volverse totalmente opuestas a como yo las había conocido. Y empecé a saber que debía aprender a programarme para pasar por estas pérdidas. Por supuesto que no es igual que alguien se vaya a que ese alguien se muera.
Seguramente no es lo mismo mudarse de una casa peor a una casa mejor, que al revés. Claro que no es lo mismo cambiar un auto todo desvencijado por un auto nuevo, que a la inversa. Es obvio que la vivencia de pérdida no es la misma en ninguno de estos ejemplos, pero quiero decir desde el comienzo que siempre hay un dolor en una pérdida. Perder es “dejar algo”, para entrar a otro lugar donde hay otra cosa “que es”. Y esto “que es” no es lo mismo “que era”. Y este cambio interno o externo, conlleva un proceso de elaboración de lo diferente, una adaptación a lo nuevo, aunque sea para mejor. Este proceso se conoce con el nombre de “elaboración del duelo”. Mejorar también es perder:
Como su nombre lo indica los duelos… duelen. Y no se pueden evitar que duelan. Quiero decir, el hecho concreto de pensar que voy hacia algo mejor que aquello que dejé es muchas veces un excelente premio consuelo, que de alguna manera compensa con la alegría de esto que vivo el dolor que causa lo perdido.
Pero atención: COMPENSA pero no evita, APLACA pero no cancela, ANIMA a seguir pero no anula la pena.
[…]
Hay que aprender a recorrer este camino, que es el camino de las pérdidas, hay que aprender a sanar estas heridas que se producen cuando el otro parte, cuando la situación se acaba, cuando ya no tengo aquello que tenía o creía que tenía o cuando me doy cuenta de que nunca tendré lo que esperaba tener algún día (y ni siquiera es importante si verdaderamente lo tuve o no).

sábado, 11 de junio de 2011

Cielo... infierno... limbo...

Creo en el cielo, también creo en el infierno; o eso quiero creer. No he visto ninguno, pero creo que existen. Tendrían que existir, porque sin un cielo, sin un infierno, todos vamos directos al limbo, a la nada.
Cielo… infierno… limbo… Realmente nadie sabe dónde vamos, o qué nos espera cuando llegamos allí. Sin embarco lo único que sé de seguro, con toda seguridad, es que hay momentos que nos llevan a otro lugar. Momentos celestiales en la Tierra, en nuestro ahora, en nuestras vidas; y quizá por ahora, eso es todo lo que necesitamos saber.
Después de todo en el infierno también hay un cielo y ahí me voy a quedar sólito.

viernes, 10 de junio de 2011

No se termina hasta que se termina.

Si eres una persona normal, una de las pocas cosas con las que puedes contar en la vida es la muerte. Sin embargo a veces engañamos a la muerte, o eso nos gusta creer. La prolongamos, la rechazamos. Nos colocamos en posición y le mostramos el dedo mayor, a la muerte, desafiantemente.
Nacemos, vivimos, morimos. A veces, no necesariamente en ese orden. Apoyamos las cosas sólo para tener que volver a levantarlas. Así que, si la muerte no es el final, ¿con qué puedes contar? Porque no puedes contar con todo en la vida.
La vida es lo más frágil, inestable e impredecible que hay. De hecho, sólo hay una cosa sobre la vida de la que podemos estar seguros: NO SE TERMINA HASTA QUE SE TERMINA.

martes, 7 de junio de 2011

Si algún día regresas.


Ahí estabas de pie junto a la puerta con tus bolsos en la mano vacilando en dar el primer paso hacia fuera. Todo se encuentra exactamente de la misma forma en que lo dejaste y aún no duermo del todo bien. 
Todavía hay dos de cada cosa que hay aquí. ES VERDAD QUE A VECES SOY UN MENTIROSO CUANDO DIGO QUE ESTOY BIEN SIN TI. Duermo de tu lado de la cama y cada noche mis pensamientos se desbordan en el fantasma de tu ausencia. 
Me cubro el rostro entre las almohadas, sin embargo, no puedo esconder el dolor. 
Actúo como si tratara de seguir adelante pero cada nuevo día siempre trae consigo algo de ti y me arrastra otra vez a este lugar. Entonces me siento en el piso y trato de convencerme a mi mismo de que todavía estas aquí. 
Las personas me dicen que estoy desperdiciando mi tiempo porque nunca vas a regresar. Pero también solían decir que el mundo era plano y hora se sabe cuan equivocado estaba eso. 
Dejo la puerta de entrada del departamento abierta, hay una pequeña lámpara encendida en la mesa de luz, y las llaves de este lugar y de mi corazón sobre ella. Hay una sonrisa en mi rostro, y cada latido de mi vida sigue siendo por ti, si es que algún día regresas. 
Por dejar la puerta abierta corro el riesgo de perder todo lo que poseo, sin embargo, no queda nada que realmente me importe que no se lo haya llevado tu partida. 
Si solo recuerdas los últimos momentos antes de partir y las pequeñas cosas que perdiste. Sé que estás ahí en algún lugar así que ten en cuenta esto: 
Deseo que tus manos todavía descansen sobre mis hombros y mis ojos en tus ojos. 
Deseo que todavía me des más de esos momentos tan dulces. 
Deseo seguir deseando que nunca hayamos terminado. 
Deseo aún sabiendo que desear podría ser una pérdida de tiempo porque tal vez ya nunca más pienses en mí. 
Dejare la puerta abierta por si algún día regresas. Si lo haces enciende todas las luces de este lugar. Te entregare de nuevo las llaves de mi corazón con una sonrisa en mi rostro y todo será como si nunca te hubieses ido… 
Si algún día regresas…



sábado, 4 de junio de 2011

Es lo inesperado lo que te cambia la vida.

Nadie cree que su vida saldrá más o menos bien. Todos creemos que vamos a estar bien y desde el día en que decidimos ”ser y hacer” lo que queremos, SER Y HACER LO QUE REALMENTE QUEREMOS, nos llenamos de esperanzas. Esperanzas de los caminos que nos abriremos, la gente a la que ayudaremos y acompañaremos, lo que nos afectará. Grandes esperanzas de quiénes seremos, a dónde iremos hasta que un día… llegamos ahí.
Todos pensamos que vamos a estar bien y nos sentimos un poco engañados cuando no damos con nuestras esperanzas. Sin embargo a veces pareciera ser que nuestras esperanzas nos subestiman. A veces lo esperado simplemente queda en nada en comparación con lo inesperado. Tienes que preguntarte por qué nos aferramos a nuestras esperanzas. Porque es lo esperado lo que nos mantiene firmes, derechos, inmóviles. Lo esperado es solamente el principio, es lo inesperado lo que te cambia la vida.

viernes, 3 de junio de 2011

Unos pensamientos de ayer y algo de hoy.

Ayer me detuve a pensar, en los pequeños instantes en la vida y como todo cambia tan rápido. Como a veces me es tan difícil querer levantarme por las mañanas y continuar. Esperando por algo o alguien que me haga dar lo mejor de mí. Y otras tantas veces que no puedo dormir por la emoción de que llegue un nuevo amanecer, por las actividades que el nuevo día trae consigo.

Luego pensé en el tiempo, un lujo a veces, también tan difícil de encontrar y no puedo explicar porqué malgasto la mayoría de él en soledad. No sé por qué lo hago, por qué me gusta pasar todo el tiempo que pueda solo. Ni entiendo el por qué de esa cuota de tiempo que puedo pasar con cada persona sin querer volver a estar solo. Son contadas con los dedos de una sola de mis manos las personas con la que puedo estar sin más todo el día entero.
Pensé también en ti, en cuándo te cruzaras otra vez en mi vida, en todo el tiempo y las cosas que compartiré contigo, y la hermosa amistad que formaremos. Así que, ahí estuve acostado sonriendo imaginando esos pequeños grandes momentos. Por más que no llegues en esta vida trataré de hacer lo mejor para que te puedas encontrar con una buena persona en la que sigue.
La palabra amor vino a mi mente y me figuré como se mezcla con esta vida, ese extraordinario sentimiento que debe experimentarse con todos los sentidos. Hasta que este mundo en el que vivo pueda oír, ver, escuchar, tocar y degustar las cosas y personas que amo. Ese sentimiento que me transforma y logra lo mejor de mí, que puede hacer que llegue al cielo o al infierno en mucho menos de un parpadeo. En el infierno también hay un cielo y a veces pienso que ahí me voy a quedar sólito. En lo que va es amor a mi familia, a mis amistades y quien sabe algún día me vuelva a enamorar otra vez de alguien especial. El amor es uno en sí para todos, lo que es distinto es la forma de expresarlo de cada persona dependiendo de la situación y los otros sentimientos que las afecte en el momento.
Ayer cumplí 26 años, ciertos días da la sensación de que he vivido tres veces esa cifra o mucho más. Hay días en los que me siento tan cansado, tan viejo y otros tantos en que me siento una criatura a la cual nunca se le terminan las energías y todo parece absolutamente nuevo. No puedo parar no quiero parar, hasta que apoyo mi cabeza sobre la almohada y chau Tor, del cansancio que arrastra mi cuerpo pero que mi alma no lo siente.
Tengo una buena amiga que también tiene la misma edad que yo, es más vieja por unos cuantos días. Tauronga como ella sola, yo le digo que está cinco veces lustrada más uno, supongo que estoy en la misma situación ahora ¡ja! 5 lustros + 1 año = 26 años de loco alterado.
Ella tauronga y yo geminiano. Si fuera cuestión de signos no nos llevaríamos tan bien como amigos y sin embargo lo somos, bueno por ahora lo somos después quien sabe. Si fuera por el tema ese me tendría que casar con alguien de leo, no conozco a nadie de ese signo. No creo mucho eso de los signos, pero bueno, todos llevamos en mayor o menor medida rasgos de los doce que existen. Creo que lo que si aplica a mí es que me aburro con rapidez y voy de un lado al otro. Aunque voy a ser sincero me divierte leer las predicciones del horóscopo cada vez que me acuerdo y tengo oportunidad de hacerlo ¡ja!
¿Lo ven? A veces me apresuro por ser, por pensar. Pero por ahora estaré dando vueltas por aquí, sin apuros, mientras ustedes me cuentan todas las experiencias que en estos 26 años todavía no viví, porque todavía no las conocí o no se me ocurrieron experimentarlas. Y aquí voy de nuevo por un año más, en este largo viaje por las carreteras de esta vida.
Sin embargo a pesar de todo sé que siempre voy a estar bien, y no creo que deba de preocuparme tanto de vez en cuando si tengo la certeza de que llegare al final de mis días de buena forma. Es esa pequeña voz en mi interior que me guía y me protege, llamémoslo Ángel de la Guarda o como quieran, que me cuida y me resguarda. Bueno a veces también me abandona pero eso ocurre cada muerte de obispo.
No puedo creer que mencione el hecho de casarme aunque sea siendo sarcástico. ¡Qué loco eso! Y estoy pensando que no quiero que esto se parezca a un diario personal, así que alguna de las mías me mando en estos días.
Ayer inicié un nuevo año y un nuevo ciclo en mi vida, en realidad solo un nuevo año porque el nuevo ciclo siento que comenzó hace unas semanas o meses atrás.
Ya tengo que prepararme para ir al gimnasio a descargar locura. Mañana a la noche festejo mi cumple en un boliche así que vamos a ver que sale de todo esto.

miércoles, 1 de junio de 2011

Un pequeño deseo.


Todos pedimos al menos, un buen deseo al año, sobre las velas en nuestro cumpleaños. Algunos pedimos más. Con pestañas, en fuentes, con estrellas fugaces. Y de vez en cuando uno de esos deseos se hace realidad. ¿Y qué pasa después? ¿Es tan bueno como esperábamos? ¿Nos regodeamos en el bienestar de nuestra felicidad? ¿O simplemente nos quedamos con que tenemos una larga lista de otros deseos esperando ser deseados y cumplidos?
No deseamos cosas fáciles. Deseamos cosas importantes, cosas ambiciosas, fuera del alcance. Deseamos porque necesitamos ayuda y tenemos miedo, y sabemos que quizá estemos pidiendo demasiado. Deseamos porque somos seres humanos, nos sentimos vivos y forma parte de nuestra naturaleza. Aún así, deseamos, porque... A VECES NUESTROS DESEOS SE HACEN REALIDAD.
Deseo que la gente que conozco pueda cumplir sus sueños o lograr las metas que se propongan en esta vida: amor, paz, felicidad, alegría, solidaridad, crecimiento, esperanza, fe, libertad, valor, respeto, pasión, salud, iluminación.