miércoles, 22 de junio de 2011

Renacer por las mañanas.



"Tú, que has apostado fuerte por la vida
que has puesto el corazón en cada instante
tendrás que aconsejarme.
Da, por cada desengaño una sonrisa
sigue poniendo el alma por delante
y nunca te acobardes

Tendré que renacer cada mañana
vestirme de colores con ilusiones nuevas.
Y aún así, si las cosas no están claras
levanta tus canciones y niegate a las penas

Apuesta por el amor, amor, amor, amor, amor,
porque la vida sin amor no es nada..."###

###Aclaración: Lo anterior es parte de la letra de una canción, no es de mi agrado como para escucharla sin embargo me gusta lo que dice. 

Despierto cada mañana buscando respuestas, estoy esperando por una señal en especial que me conduzca hacia alguien. Mientras los ángeles hablan con las personas que me rodean, yo tan solo observo y paso por su lado sin más.
En las noches camino por las calles buscando algo que despierte mi pasión, sin embargo desde hace un tiempo ya no quiero volver a intentarlo más porque tengo miedo de hacerlo. A veces, me miento a mi mismo diciéndome que el mundo me tiene acorralado en una esquina, no obstante, no hay nadie que detenga e impida que camine hacia la lucha.
Pienso que la luz algún día va a encontrarme, por el contrario, ¿cómo se supone que vaya a hacerlo si espero sentado y encerrado en mi mismo casi todo el tiempo?
Paso los la mayor parte de los días solo, todavía esperando a que me llegue algún tipo de verdad, pero pareciera ser que todo lo que escucho son solo mentiras o insinuaciones de situaciones que no me interesan. Por lo visto nadie de buen corazón va a venir a decirme qué es lo que tengo que hacer en esta circunstancia y tampoco nadie me va a ayudar a mantenerme firme en el camino.
A veces, es muy difícil no dejarme simplemente caer, hacerme mil pedazos o tirarme en picada desde un lugar bien alto directamente contra el piso. A pesar de eso, está ese fuego en mi interior, esa pequeña voz que dice que soy yo quien tiene las respuestas a las preguntas que formulo.
Me digo que debo mantener mis pensamientos firmes para no decaer. Entonces doy pequeños saltos, veo como mis pies flotan en el aire por un pequeño momento, luego cierro los ojos y siento como si volara. Me gustaría que alguien me dé un poquito de su tiempo, y por un imperceptible minuto, el más mínimo instante, me diera algo en que creer.
A ese sentimiento que llaman Amor le digo: ¡Ven hacia mí! Te estoy llamando con la mente, alma y corazón. Dame algo en lo cual creer. Estoy despertando, partiendo de este lugar y voy en camino a encontrarte… otra vez.

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