viernes, 3 de junio de 2011

Unos pensamientos de ayer y algo de hoy.

Ayer me detuve a pensar, en los pequeños instantes en la vida y como todo cambia tan rápido. Como a veces me es tan difícil querer levantarme por las mañanas y continuar. Esperando por algo o alguien que me haga dar lo mejor de mí. Y otras tantas veces que no puedo dormir por la emoción de que llegue un nuevo amanecer, por las actividades que el nuevo día trae consigo.

Luego pensé en el tiempo, un lujo a veces, también tan difícil de encontrar y no puedo explicar porqué malgasto la mayoría de él en soledad. No sé por qué lo hago, por qué me gusta pasar todo el tiempo que pueda solo. Ni entiendo el por qué de esa cuota de tiempo que puedo pasar con cada persona sin querer volver a estar solo. Son contadas con los dedos de una sola de mis manos las personas con la que puedo estar sin más todo el día entero.
Pensé también en ti, en cuándo te cruzaras otra vez en mi vida, en todo el tiempo y las cosas que compartiré contigo, y la hermosa amistad que formaremos. Así que, ahí estuve acostado sonriendo imaginando esos pequeños grandes momentos. Por más que no llegues en esta vida trataré de hacer lo mejor para que te puedas encontrar con una buena persona en la que sigue.
La palabra amor vino a mi mente y me figuré como se mezcla con esta vida, ese extraordinario sentimiento que debe experimentarse con todos los sentidos. Hasta que este mundo en el que vivo pueda oír, ver, escuchar, tocar y degustar las cosas y personas que amo. Ese sentimiento que me transforma y logra lo mejor de mí, que puede hacer que llegue al cielo o al infierno en mucho menos de un parpadeo. En el infierno también hay un cielo y a veces pienso que ahí me voy a quedar sólito. En lo que va es amor a mi familia, a mis amistades y quien sabe algún día me vuelva a enamorar otra vez de alguien especial. El amor es uno en sí para todos, lo que es distinto es la forma de expresarlo de cada persona dependiendo de la situación y los otros sentimientos que las afecte en el momento.
Ayer cumplí 26 años, ciertos días da la sensación de que he vivido tres veces esa cifra o mucho más. Hay días en los que me siento tan cansado, tan viejo y otros tantos en que me siento una criatura a la cual nunca se le terminan las energías y todo parece absolutamente nuevo. No puedo parar no quiero parar, hasta que apoyo mi cabeza sobre la almohada y chau Tor, del cansancio que arrastra mi cuerpo pero que mi alma no lo siente.
Tengo una buena amiga que también tiene la misma edad que yo, es más vieja por unos cuantos días. Tauronga como ella sola, yo le digo que está cinco veces lustrada más uno, supongo que estoy en la misma situación ahora ¡ja! 5 lustros + 1 año = 26 años de loco alterado.
Ella tauronga y yo geminiano. Si fuera cuestión de signos no nos llevaríamos tan bien como amigos y sin embargo lo somos, bueno por ahora lo somos después quien sabe. Si fuera por el tema ese me tendría que casar con alguien de leo, no conozco a nadie de ese signo. No creo mucho eso de los signos, pero bueno, todos llevamos en mayor o menor medida rasgos de los doce que existen. Creo que lo que si aplica a mí es que me aburro con rapidez y voy de un lado al otro. Aunque voy a ser sincero me divierte leer las predicciones del horóscopo cada vez que me acuerdo y tengo oportunidad de hacerlo ¡ja!
¿Lo ven? A veces me apresuro por ser, por pensar. Pero por ahora estaré dando vueltas por aquí, sin apuros, mientras ustedes me cuentan todas las experiencias que en estos 26 años todavía no viví, porque todavía no las conocí o no se me ocurrieron experimentarlas. Y aquí voy de nuevo por un año más, en este largo viaje por las carreteras de esta vida.
Sin embargo a pesar de todo sé que siempre voy a estar bien, y no creo que deba de preocuparme tanto de vez en cuando si tengo la certeza de que llegare al final de mis días de buena forma. Es esa pequeña voz en mi interior que me guía y me protege, llamémoslo Ángel de la Guarda o como quieran, que me cuida y me resguarda. Bueno a veces también me abandona pero eso ocurre cada muerte de obispo.
No puedo creer que mencione el hecho de casarme aunque sea siendo sarcástico. ¡Qué loco eso! Y estoy pensando que no quiero que esto se parezca a un diario personal, así que alguna de las mías me mando en estos días.
Ayer inicié un nuevo año y un nuevo ciclo en mi vida, en realidad solo un nuevo año porque el nuevo ciclo siento que comenzó hace unas semanas o meses atrás.
Ya tengo que prepararme para ir al gimnasio a descargar locura. Mañana a la noche festejo mi cumple en un boliche así que vamos a ver que sale de todo esto.

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