viernes, 10 de junio de 2011

No se termina hasta que se termina.

Si eres una persona normal, una de las pocas cosas con las que puedes contar en la vida es la muerte. Sin embargo a veces engañamos a la muerte, o eso nos gusta creer. La prolongamos, la rechazamos. Nos colocamos en posición y le mostramos el dedo mayor, a la muerte, desafiantemente.
Nacemos, vivimos, morimos. A veces, no necesariamente en ese orden. Apoyamos las cosas sólo para tener que volver a levantarlas. Así que, si la muerte no es el final, ¿con qué puedes contar? Porque no puedes contar con todo en la vida.
La vida es lo más frágil, inestable e impredecible que hay. De hecho, sólo hay una cosa sobre la vida de la que podemos estar seguros: NO SE TERMINA HASTA QUE SE TERMINA.

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