lunes, 21 de octubre de 2013

Me dejas ir, dormido en el vientre de una ballena, y así me mantienes a salvo. Sueñas que navego a través de las olas, llegando la inmensidad del mar. Mientras tú estás por partir, llevando un poema en tus zapatos que mantienen tu estabilidad. Casi observando cada paso, palabras de belleza y gracia.
En mis sueños tú eres una criatura, que puede ver el mundo de manera diferente, y siempre mantiene la sonrisa de su rostro como si albergara el cofre de un tesoro con pequeñas bromas secretas dentro. Estos sueños empapados en alcohol que siempre me juegan una mala pasada y hacen que piense que soy otra persona, alguien que planea que todo resulte bien cada nueva vez.

Cuando estoy cayendo en el sueño mi mente te dibuja en la memoria. El día se convierte en noche y la noche no me lleva en sus brazos. Espero que me cubran tus dulces sueños y que me ames en mis sueños. Creo que he estado a demasiada distancia por mucho tiempo, y mi frío ardiente se vuelve gris, echo de menos tu llama.

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