Me dejas ir, dormido en el
vientre de una ballena, y así me mantienes a salvo. Sueñas que navego a través
de las olas, llegando la inmensidad del mar. Mientras tú estás por partir,
llevando un poema en tus zapatos que mantienen tu estabilidad. Casi observando cada
paso, palabras de belleza y gracia.
En mis sueños tú eres una
criatura, que puede ver el mundo de manera diferente, y siempre mantiene la
sonrisa de su rostro como si albergara el cofre de un tesoro con pequeñas bromas
secretas dentro. Estos sueños empapados en alcohol que siempre me juegan una
mala pasada y hacen que piense que soy otra persona, alguien que planea que
todo resulte bien cada nueva vez.
Cuando estoy cayendo en el sueño
mi mente te dibuja en la memoria. El día se convierte en noche y la noche no me
lleva en sus brazos. Espero que me cubran tus dulces sueños y que me ames en
mis sueños. Creo que he estado a demasiada distancia por mucho tiempo, y mi
frío ardiente se vuelve gris, echo de menos tu llama.
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