Detrás de una pantalla,
escribiendo en unos contados diez minutos. Mientras pienso si esto es falso
orgullo o vanidad y pienso en esta vida, pero también en todas las demás. Tipeo
palabras tratando de que mis dedos sigan el ritmo de los pensamientos que
corren por mi cabeza, intentando llenarlas con sentido para vaciar todo
sentimiento al que se le ocurra estallar.
Las situaciones vienen y van, con
los sentidos y sinsentidos de la vida. Sentimientos flotando en las nubes y la
cabeza tratando de enfocarse en la realidad. Volar y arder con tanta
frecuencia, que todo se revuelve y gira a diario. La magia y la energía que fluye
en mi traiciona a las apariencias se quieren y me quieren imponer, y hace que
la mayor parte del tiempo vea más allá de las imágenes que aparecen en los
espejos. Me empuja hacia adelante y a veces me desgasta, me hace querer ser
mejor de lo que soy, no puedo pensar en un límite. Quiero y me gusta seguir
este camino.
Las situaciones seguirán viniendo
y seguirán yendo. El miedo a cometer errores ya no significa nada, mis
recuerdos se inundan de imágenes y todo se torna de colores tan vivos. En unos
minutos volveré a sumergirme en la multitud creyendo en nada más que en los
milagros, sabiendo que hay un lugar en el que se puede ser que se llama como uno
mismo pero que a veces me cuesta recordarlo con exactitud.
Sería todo tan sencillo si fuera
fácil silenciar y no considerar todas las contradicciones. Podría bloquear las
puertas y ventanas a todas estas preguntas porque es difícil no dudar y en
ocasiones llevarlas como una carga. Sin embargo si no lo hago ¿cómo iré
conociendo cada parte de mí ser y lograr tomar cada paso con confianza?
Puedo afirmar que las mejores
cosas las sé decir sin palabras pero cuando lo hago de esa manera, la mayor
parte del tiempo nadie quiere oírlas. Entonces cierro mis ojos para creer en
algo, y cada vez que lo intento me doy cuenta de que vale la pena amarme/te y
amar a la vida, aquí sentado en esta pequeña estrella del cielo cercana a la
constelación de las Tres Marías que me gusta tanto.
Hermosas palabras. somos dos los que nos encantan las Tres Marías. Felicitaciones poeta.
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