jueves, 22 de diciembre de 2011

El primero de los siete.

Son 7 los días de la semana, 7 las notas musicales, 7 los colores del arco iris, 7 maravillas del mundo, 7 pecados capitales, etc. Al parecer las personas tienen cierta fascinación por el número 7, en fin, me voy a enfocar a los 7 pecados capitales. La mayoría de las veces nos acordamos de, al parecer, los más grandes: gula, soberbia, lujuria, envidia, avaricia, pereza. Sin embargo, no se escucha tanto hablar de la ira, quizá sea porque creemos que la ira no es tan peligrosa, y que con cierto manejo se puede controlar. A donde quiero llegar es a que quizá no le demos a la ira suficiente importancia y en realidad puede ser mucho más peligrosa de lo que creemos. Después de todo cuando se trata de comportamientos destructivos llegó a los 7 principales, ¿no?

Así que, ¿qué hace que la ira sea diferente a los otros 6 pecados capitales? Es muy simple realmente si nos ponemos a pensar, porque si uno se entregas a pecados como la gula, la soberbia y la pereza solo te haces daño a ti mismo. Pruebas la envidia, la lujuria o la avaricia y te harás daño a ti mismo y quizá a una o dos personas más. En cambio con la ira, es el peor de todos, el padre de todos los pecados. No solo te puede llevar hasta el extremo de tus límites, cegarnos y hacer perder la cabeza en un simple estallido, sino que cada vez que lo hace, en un abrir y cerrar de ojos puedes llevarte a demasiada gente contigo sin importar si son culpables o inocentes.

2 comentarios:

  1. Lo que acabo de leer es muy cierto, por lo regular solo pensamos en los que nos destruyen a nosotros mismos, pero la ira es tremendita.
    No por nada reza el dicho: "El que se enoja pierde". Pierde tooodo y a tooodos.
    Me ha gustado mucho tu blog, está muy bueno, por akí andaré seguido por lo pronto ya te sigo.
    Besos!

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  2. ¡Muchas gracias! Sos bienvenido las veces que quieras. Que estés bien.

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