Cuando caes enfermo todo comienza con unas pocas bacterias o virus, unos intrusos duraderos y desagradables. Enseguida, los intrusos se duplican, ahora son el doble. Luego eso se convierte en el cuádruple y ese cuádruple se sigue multiplicando. Entonces, antes de que tu cuerpo lo sepa, está bajo ataque, es una invasión. La cuestión para una persona es, una vez que los invasores han llegado, cuando ya han tomado todo tu cuerpo... ¿Cómo mierda te deshaces de ellos?
¿Qué hacer cuando la infección te ataca? Cuando toma el control. ¿Haces lo que tienes que hacer y te tomas las medicinas? ¿Aprendes a vivir con ello y esperas que algún día desaparezca? ¿O te abandonas por completo y dejas que tan solo te mate?
Hay distintos tipos de enfermedades, tanto físicas como psíquicas, y no todas son producto de la invasión de virus o bacterias. Considero que las enfermedades como todo problema hay que verlas desde su origen: ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? Por supuesto que la medicina no puede hacer milagros con algunas condiciones, en cambio al paso que progresa la tecnología y los descubrimientos científicos, por lo menos se puede mejorar en un tanto por ciento la calidad de vida de los afectados.
También hay que considerar el hecho de que es una batalla y en esa batalla somos los participes principales. Hay que tener suma cautela y luchar por nuestra salud, no por los demás sino por nosotros mismos. Mantener un buen estado de ánimo y estar predispuestos a seguir las indicaciones de los profesionales ayuda bastante a una recuperación temprana.
Acá estoy sentado presentando un cuadro gripal con fiebre y chucho. Tomando pastillas y te, con unas ganas terribles de ir al gimnasio, sin embargo eso sería arruinarlo todo aún más. La piel arde y el cuerpo se siente muy pesado, la visión se está tornando algo borrosa o pareciera que estoy mareado.
A pesar de que la fiebre haga que mi piel queme, en el interior todo arda y físicamente no pueda hacer mucho. Mis ánimos se mantienen altos porque ese fuego que está ardiendo desde el interior no es producto de la fiebre en si sino del fuego de mi vida que me da a entender que estoy vivo y llena todo mi ser, tal vez sea un delirio originado por la fiebre o quizás es algo en lo cual en este momento me gusta creer.
En fin voy a recostarme y comportarme como un nene bueno, así mejoro pronto. Lo voy a hacer por mí, porque voy aprendiendo de a poco que primero estoy yo, después los demás, ya fue suficiente el tiempo el cual hice lo contrario.
Lo dijo Ricardo Arjona en una de sus canciones: “… a pensar en mi para vivir por ti…”
Nota a mi mismo: Es curioso como presentando el estado gripal actual seguís comiendo tan bestialmente o aun más de lo normal. Generalmente las personas en tus condiciones se encuentran inapetentes.
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