miércoles, 13 de abril de 2011

Eres tu a quien admiro.

¿Podrías por favor moverte en cámara lenta? Todo va demasiado rápido, tan solo baja un poco la velocidad. Guarda la mejor parte para lo último. Me hablas en acertijos y tus intenciones me emocionan. Soy tuyo para siempre.
¿Me amarías cuando me haya ido? Tú eres el lado sin defensa del camino por el cual transito. Tus ojos son un alejado océano oculto. Donde en cualquier minuto juntas a poetas y sacerdotes en las costas de tus bahías.
No te adelantes, camina junto a mí. ¿Podríamos tan solo esta vez mirarnos a los ojos? ¿Podrías en este instante querer, tal vez a mí?
Eres como una fotografía descubierta una década después. Eres como la explosión de un cañón disfrazada de fuegos artificiales. Tu presencia es lo suficientemente fuerte como para tirar cualquier muro completamente a sus pies. Eres como un fuego indomable, y en tus llamas me atrapas.
En los caminos por los que viajo eres tú a quien admiro, mi ejemplo viviente.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario