viernes, 27 de mayo de 2011

Lugares especiales y alguna que otra vuelta de tuerca.

El Puente General Belgrano es un lugar especiales para mi, en el cual camino, troto o corro.
El cielo de Corrientes está algo gris por estos días, y aún así esta ciudad sigue siendo tan bella. No hay nada más hermoso para mí excepto por ti aunque todavía no llegas a mi vida. Camino las veredas de esta cuidad voy viendo lugares y rostros familiares que por ahí me dan ganas de saludar. No saludo, salvo que se me queden mirando por mucho tiempo.
Hay una señora, de esas que controlan el estacionamiento, a la que saludo cuando la veo. La observo y no sé porque me hace sentir bien, hay cierta bondad y calidez en su mirada. Da la impresión de que es de esas personas a las cuales la vida en un tiempo no trato muy bien pero aún así la peleó con lo que pudo y se mantiene firme a pesar de los años. A pesar de estar yendo y viniendo en el mismo lugar pareciera que su trabajo fuera una aventura.
En fin todos tenemos esos lugares por los cuales aún sin decírselo a los demás o admitirlo a nosotros mismos: ¡NOS ENCANTA PASAR POR ELLOS O ESTAR EN ELLOS! Esos por los cuales nos gusta caminar más despacio, en los cuales aún con los ojos cerrados podemos verlos y sentirlos, en los cuales el tiempo se detiene o pasara más lento. Que hacen que por tu cuerpo recorra ese escalofrió pero cálido que te llena y te hace sentir tan pero tan bien. En el que todo tu ser está tan concentrado en ese pequeño lugar, en ese pequeño instante que contrariamente te sientes en todas partes de este mundo a la vez, te concentra en ese ahora, en esa realidad.
Hay un ejercicio que aprendí de una pareja de amigos a los cuales admiro mucho por las cosas que me enseñan. Y las habilidades que hacen que despierten en mí, yo sinceramente nunca pensé que alguna vez podría llegar a tener. Les pido perdón amigos míos porque a veces paso por alto sus enseñanzas, ustedes siempre creyeron en mi, sin embargo yo todavía estoy aprendiendo a hacer eso. Todavía recuerdo cuando ella me dijó: ¡Néstor! Dibuja, escribí, salí a correr por ahí, sentite bien con vos mismo porque cuando haces las cosas que te gustan terminas conectándote con el que realmente sos, escuchas tu interior y empiezas a conocerte mejor, te hace más especial de lo que sos. A lo que yo escuche y conteste con una de mis pendejadas, para entonces, ligue tremenda puteada de parte de su marido ¡Je! Y la hermosa puteada que se me va a venir cuando los vuelva a encontrar que hace mucho no voy a visitarlos y ni un solo mensaje que les envíe en todo este tiempo. ¡Maldita costumbre esa que tengo! Pero bueno, esa es otra historia.
Bueno la práctica es sencilla, nos ayuda a concentrarnos en el “ahora” para disfrutarlo mejor. Consiste en cuando estás en un lugar fijo o caminando por ahí te concentres en solo uno de tus sentidos. Por ejemplo si es el sentido de la audición vayas distinguiendo sonido por sonido, uno a la vez, el del viento, el cantar de los pájaros, las voces de las personas. Si es la vista observar los colores, el tono de la luz. Practicarlos uno por uno para después unirlos a todos en una sola experiencia. Debo admitir que el sentido de la audición es el con el que peor me va porque siempre ando con mis auriculares por ahí ¡Ja! Así que tal vez no sea tan sencillo como parece. Ahora que lo pienso bien Coelho en uno de sus libros habla de un ejercicio similar. Antes de ayer termine de leer su último libro “El vencedor está solo”, lo recomiendo aunque gustos son gustos y sobre ellos no hay nada escrito. A mí en particular me gustó.
Comencé escribiendo algo y después me fui de mambo, con eso se pueden dar una idea del tipo de cosas que pasan por mi cabeza. Siento como si hubiese dado varias vueltas bruscas y me extendí demasiado.
En conclusión los días aunque sigan grises están volviéndose cada vez mejor, aunque las noches como siempre siguen siendo todavía bastante solitarias. No tengo nada contra los días grises es más me parecen realmente igual de hermosos como un día de sol, con su encanto y magia particular. El cielo soleado, nublado, estrellado, oscuro me sigue enamorando porque cuando miro hacia arriba algo me dice que tú estás aquí conmigo y haces que todo esté bien. Cuando me siento perdido te sientas a mi lado y haces que siempre pueda encontrar mi camino. Te siento pero a mis pensamientos no viene la imagen de nadie en particular, ojala pronto pueda darle forma a ese sentimiento. Aunque por ahí se me da por creer que esta vida en particular me toca transitarla solo.
Si llegaste al final de todo esto te doy mil gracias de todo corazón por tu valioso tiempo. Esto se está convirtiendo en una especie de nuevo vicio para mí, una vez que lo tomo no quiero soltarlo más. Sin embargo como todo vicio se puede llegar a dejar.
Mañana va a volver a salir el sol, de eso estoy seguro. También es la final de la Champions. ¡SI SEÑOR! ¡UATATA! ¡VAMOS CARAJO TODAVIA! Estoy contando las horas para ver el partido.

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