Lograrlo… lograrlo de verdad. A veces tenemos que estar dispuestos a tomar una decisión que podría o no ser más peligrosa que buena. Todo se trata de estar comprometidos, porque si no lo estamos ni siquiera deberíamos tener derecho a tomar una decisión.
Hay ocasiones en las que incluso lo mejor de nosotros tiene problemas al comprometerse y podemos sorprendernos a nosotros mismos de los compromisos que estamos dispuestos a rechazar y a las personas que perdemos al hacerlo. Los compromisos son bastante complicado la mayor parte del tiempo. También podemos sorprendernos de nosotros mismos de los compromisos que estamos dispuestos a hacer, para luego arrepentirnos de las cosas o personas que dejamos entrar y querer volver con lo rechazamos.
Los verdaderos compromisos requieren esfuerzo, sacrificio, conocimiento de nuestras capacidades y limitaciones. Es por eso que a veces tenemos que aprender del modo difícil a escoger nuestros compromisos muy cuidadosamente.
Y como dijo Joaquin Sabina en una de sus canciones: "Mi manera de comprometerme fue darme a la fuga..."
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