domingo, 24 de julio de 2011

Déjame sin respiración.




De pequeños fantaseabas y creías en los cuentos de hadas e historias que nos contaban, fantaseabas sobre cómo sería tu vida, por las noches te echabas en la cama cerrabas los ojos y te abandonadas a tu fe. Papá Noel, los Reyes Magos, el ratoncito Perez estaban tan cerca que los saboreabas.
Sin embargo vas creciendo y un día abres los ojos y los cuentos de hadas han volado, la mayoría de la gente acude a aquellos en quien confía. La cuestión es que es difícil dejar que los cuentos de hadas desaparezcan, a casi todo el mundo le queda una mínima esperanza de un día abrir los ojos y ver que se han hecho realidad.
Cuando el día llega a su final la fe es un misterio, aparece cuando menos te lo esperas, es como si un día te dieras cuenta de que los cuentos e historias que alguna vez de chicos nos contaron no son exactamente como habías soñado, el castillo puede que no sea exactamente un castillo, no es tan importante eso de ser felices para siempre basta con ser felices en el momento.
Porque a veces… muy de vez en cuando… las personas te sorprenden y lo dejan a uno sin respiración.

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